Stéphane Bertrand se encontró con varias dificultades: perforó dos veces en la autopista, tuvo que ser remolcado por un ciclista chino y se quedó atascado un día y medio en una gasolinera.
Ahora mismo está atravesando una tormenta en el desierto, un viento de locura, de costado. Con la aspiración de los camiones, es la angustia. El curso de 10 000 km se cruza pero se mueve demasiado despacio a su gusto: 700km en 5 días.
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