Durante sus primeros días en China en la región de Xinjiang, Françoise Denel, la Decana del viaje al sol, fue severamente probada: fue arrojada al suelo por el terrible viento del desierto, y sufrió numerosos controles policiales. Françoise finalmente tuvo que ser transportado a Turfan donde el equipo de la organización le pidió que tomara un descanso. Rodeado de un montón de gente que conocimos en el lugar, ella fue capaz de encontrar una sonrisa muy rápidamente.
En una preocupación de seguridad, el equipo de la organización también le obligó a no seguir su viaje en bicicleta en esta región de Xinjiang y en el desierto de Gobi: ella va a recoger un camión mañana por unos pocos cientos de kilómetros antes de continuar su aventura.
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